Tener ‘pancita’ podría ser la antesala de enfermedades mentales, según expertos

Un estudio reciente publicado por expertos la facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri (EE.UU.) concluye que la obesidad está relacionada con el desarrollo de enfermedades mentales, en especial con la enfermedad de Alzhéimer.

La investigación se desarrolló a partir de un análisis que recogió muestras de sangre de 407 participantes durante 5 años, atendiendo a sus biomarcadores en relación con su índice de masa corporal (IMC).

En un primer momento, todos los participantes presentaron señales de normalidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, se observaron índices más altos en los marcadores asociados con el alzhéimer en participantes con obesidad que en aquellos que no eran obesos. 

«Nuestro estudio muestra que, durante un período de cinco años, la obesidad se asocia con un aumento constante de la patología relacionada con el alzhéimer», declaró esta semana para Fox News el investigador postdoctoral asociado en el Instituto de Radiología Mallinckrodt y autor principal del estudio, Soheil Mohammadi.

«Creo que este hallazgo tiene mucho sentido, porque la obesidad conduce directamente a la inflamación y la resistencia a la insulina, que provocan neuroinflamación, uno de los pilares del desarrollo del alzhéimer», comentó al medio el especialista médico Marc Siegel sobre la importancia de dicha investigación.

A su vez, Mohammadi señaló que los posibles efectos colaterales de la obesidad relacionados con las enfermedades mentales eran mucho más notorios en los casos de sujetos que acumulaban grasa abdominal.

«Nuestro trabajo previo muestra que la grasa abdominal, en lugar de la grasa debajo de la piel, impulsa gran parte del impacto de la obesidad en el cerebro«, recalcó.

Los expertos puntualizan que, a pesar de que el índice de masa corporal (IMC) sea una medida esencial en el cuidado de la salud humana, esta no puede distinguir entre grasa y masa muscular ni reflejar diferencias en la distribución de grasa. Esto significa que no es el único indicador al que hay que recurrir en el control del peso corporal cuando se aspiramos a tener un buen estado de salud.