El líder mundial del automóvil, Toyota Motor, anunció este viernes que extenderá hasta el día 2 de setiembre el cierre de todas sus fábricas en Japón debido al impacto del tifón Shanshan, que también alteró las operaciones de otros fabricantes nipones de este y otros sectores.
Toyota había anunciado el pasado día 28 la suspensión de los trabajos en sus 14 plantas domésticas ante la llegada del tifón, y posteriormente decidió extender esta medida hasta este viernes y hasta el próximo lunes. El fabricante nipón no ha detallado por el momento el efecto que tendrá esta medida en su volumen de producción.
Otros fabricantes nacionales de vehículos, como Mazda Motor, anunciaron también el cierre de varias de sus plantas entre el jueves y el viernes por motivos de seguridad. Medidas similares tomaron el productor de cámaras fotográficas y dispositivos de imagen Canon y el conglomerado tecnológico Hitachi, mientras que Aeon, uno de los principales grupos minoristas del país, optaron por reducir los horarios de apertura en Kyushu, al sudoeste del país.
El tifón Shanshan, considerado uno de los más fuertes hasta la fecha en tocar tierra en Japón, llegó al sudoeste del país en la víspera, y continúa este viernes avanzando en dirección este por el extremo suroccidental del archipiélago.
El frente está dejando lluvias torrenciales récord y vientos huracanados en gran parte de la mitad oeste y del centro del país, incluyendo Tokio y prefecturas vecinas, y ha provocado también graves alteraciones de la red de transporte.
Las dos principales aerolíneas niponas, JAL y ANA, cancelaron este viernes unos 600 vuelos domésticos, mientras que amplios tramos de la red ferroviaria de alta velocidad shinkansen y de otras líneas regionales y locales, además de tramos de autopistas nacionales, han sido cerrados a causa del fenómeno meteorológico.