El grupo chií libanés Hezbolá lanzó este domingo la
prometida respuesta al asesinato de su máximo comandante, Fuad Shukr, que llegó
en forma de cientos de cohetes y drones contra una base de la inteligencia
militar cerca de Tel Aviv, Israel, entre otros objetivos.
La venganza incluyó el lanzamiento de 340 proyectiles contra
once instalaciones militares diferentes para despistar a las defensas
antiaéreas y facilitar el paso de drones hacia el objetivo principal de la
operación: la base de la inteligencia militar israelí en Gilot, cerca de Tel
Aviv.
En concreto, los aviones no tripulados se dirigieron a la
base del principal departamento de inteligencia militar israelí, Aman, y a la
Unidad 8.200, donde lograron hacer impacto, según afirmó el líder de Hezbolá,
Hasán Nasrala, en un discurso televisado.
“Controlamos nuestra respuesta de forma que el objetivo no
fuera civil ni infraestructura perteneciente al enemigo, y de forma que el
objetivo fuera militar y tuviera una conexión con la operación de asesinato”
contra Shukr, destacó Nasrala durante su intervención.
Solo una respuesta inicial
La formación libanesa explicó que van a evaluar los efectos
de su respuesta al asesinato de su máximo comandante militar, la baja de más
rango en diez meses de choques, quien fue alcanzado por un bombardeo israelí
contra los suburbios meridionales de Beirut el pasado 30 de julio.
“Si el resultado es satisfactorio y se ha logrado el
objetivo previsto, consideramos la operación de respuesta como acabada”, afirmó
esta tarde el líder de Hezbolá, ayudando a apaciguar un poco más los miedos a
que su venganza desatara una espiral de ataques cruzados y derivara en una
guerra abierta.
La respuesta llegó tras 72 horas especialmente intensas de
ataques por parte de Israel, que ya preveía que tuviera lugar a corto plazo
tras casi un mes de demoras.
En medio de una intensificación de su campaña contra Hezbolá
en el sur del Líbano, el Estado judío mató el viernes a siete combatientes del
grupo con cinco bombardeos selectivos en un solo día, que además cerró con
ataques aéreos contra objetivos vinculados también en Siria.
De hecho, pocas horas antes de la respuesta de este domingo,
más de un centenar de cazas israelíes bombardearon varios puntos del sur del
Líbano, en lo que el Ejército del Estado judío describió como ataques
preventivos para frustrar una acción de Hezbolá que ya preveía “inminente”.
Con ello, afirmó haber destruido miles de lanzaderas que
apuntaban al norte y centro de su territorio.
Sin embargo, Nasrala defendió que la campaña solo alcanzó
valles “vacíos” y que “ninguna de las plataformas que estaban designadas para
lanzar proyectiles fue alcanzada antes de la operación”, si bien dos de ellas
sí fueron atacadas a posteriori por las fuerzas israelíes.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad Pública del Líbano
confirmó tres bajas en dos de los bombardeos contra las áreas meridionales de
Al Tiri y Khiam, dos de las cuales serían de Hezbolá y una de su aliado también
chií Amal.
Esfuerzos de desescalada
Las últimas casi cuatro semanas a la espera de una respuesta
al asesinato de Shukr ya habían despertado intensos contactos internacionales
para evitar una mayor escalada, la suspensión de un gran número de vuelos a
Beirut y llamados de las embajadas para que sus ciudadanos abandonaran el
Líbano.
Todo ello se volvió a renovar este domingo, con compañías
como la jordana Royal Jordanian anunciando nuevas suspensiones en sus rutas a
la capital libanesa y la cancelación de una serie de vuelos principalmente
desde ciudades de la región y sus alrededores.
Sin embargo, la Aviación Civil libanesa ha asegurado que,
pese a ello, las operaciones continúan con normalidad en el Aeropuerto
Internacional Rafic Hariri, el único del país.
Mientras tanto, se han acelerado los contactos para tratar
de contener la situación y los llamados a la desescalada, entre otros por parte
de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) y de la oficina de las
Naciones Unidas en el país.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, confirmó también
durante una reunión ministerial de emergencia que “está realizando una serie de
llamadas con los amigos del Líbano para detener la escalada”, de acuerdo con un
comunicado gubernamental.
También reafirmó su apoyo a las negociaciones en marcha en
El Cairo para alcanzar un alto el fuego en Gaza, vistas como la única salida a
la violencia en el Líbano y como la clave para evitar el potencial conflicto
que planea sobre Oriente Medio desde hace un mes.
EFE