Una niña, brutalmente torturada, asesinada y abandonada fuera del trabajo de sus padres

Una mujer de origen argelino está siendo juzgada en Francia por los crímenes que cometió contra Lola Daviet, una niña de 12 años a quien torturó, violó y asesinó en octubre del 2022, recoge France24.

El juicio contra Dahbia Benkired, de 27 años, inició este viernes con una audiencia llena de momentos difíciles para la familia de la víctima, que se ha convertido en un símbolo contra los inmigrantes para los partidarios de la extrema derecha del país europeo, pese a los pedidos de su madre, Delphine, de dejar de explotar su muerte.

El cuerpo de Lola fue hallado en un baúl frente al edificio donde sus padres trabajaban como cuidadores. Al día siguiente, Dahbia fue arrestada, luego de que se consiguieran grabaciones de cámaras de seguridad que mostraban cómo se acercó a la niña cuando volvía de la escuela y la condujo hasta el apartamento de su hermana en el mismo edificio.

Estaba «vendiendo un riñón»

Casi tan pronto como fue detenida, la mujer confesó haber acabado con la vida de la niña. Benkired violó y golpeó a la colegiala con tijeras y un cúter, luego la ató con cinta adhesiva, incluso alrededor de su cara, lo que provocó su muerte por asfixia.

Posteriormente, colocó su cuerpo en un baúl y salió a la calle. Cuando alguien le preguntó qué llevaba dentro, ella dijo que estaba «vendiendo un riñón». Luego, convenció a un amigo para que la llevara a su casa, para finalmente volver al edificio de su hermana en taxi.

Una infancia difícil 

Durante la audiencia, Benkired dijo haber tenido una infancia difícil, con padres abusivos y constantes traslados entre Argelia y Francia. También afirmó que había sido abusada sexualmente a los 14 y que su novio drogadicto la había llevado al mundo de la prostitución y el consumo de sustancias. No obstante, los investigadores no encontraron pruebas de esto último, ni determinaron que sufriera de algún trastorno psiquiátrico que haya podido ocasionar su comportamiento.

La acusada también dijo a los investigadores que estaba enojada con la madre de la niña por haberle negado una credencial para entrar al edificio, después de que su hermana le había dado una llave de su departamento. Se espera que el juicio se extienda hasta el viernes. De ser declarada culpable, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.