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La fijación del Suppici para el duelo de Plaza Colonia y
Peñarol estuvo plagada de polémica, por el deseo del club anfitrión de ir a
jugar al estadio Artigas de Paysandú y la búsqueda de los mirasoles que se
jugará en el departamento de procedencia del local.

Lo cierto es que los patablancas tenían la intención de ir a
tierras sanduceras no solo por el pobre presente del estadio donde en definitiva
se jugó, sino también por un tema económico que los números terminaron
ratificando.

Para el duelo ante los mirasoles se vendieron unas 1600
entradas, aproximadamente 1400 en finales aurinegras y las restantes para las
tribunas del locatario, lo que selló una recaudación de algo más de 16 mil
dólares.

“Con estos apenas si se logran cubrir los costos de abrir el
estadio”, comentó uno de los allegados al club local en lo previo al cotejo,
marcando el perjuicio económico que significó la exigua recaudación.

Cabe destacar que si el duelo se hubiera jugador en
Paysandú, los colonienses hubieran asegurado un piso de 100 mil dólares, al que
en definitiva no se concretó.  

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